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Ser para otro

Hace no mucho saltaba la noticia de que en España consultamos el móvil unas 150 veces al día. Lo de menos es el número real, y hay por ahí quienes ponen en duda la cifra o tratar de matizarla. No hacen falta estadísticas ni nada parecido: basta ir viendo cómo vamos por la calle. Cuando no directamente obnubilados por la pantalla y pegados a ella, sacándolo del bolsillo para desbloquearlo y confirmar que no tenemos ningún nuevo mensaje/notificación/mail/llamada.

Community sophist

Siempre fueron buenos tiempos para los sofistas. Ya no solo porque de facto, en el mundo real, hayan venido ganando sistemáticamente la partida, sino porque incluso el discurso filosófico de las últimas décadas viene a reivindicar su figura frente a la del decadente Sócrates. Es este uno de los temas que habitualmente ocupa las primeras clases de Historia de la Filosofía en segundo de bachillerato. En esto andábamos estos días, comentando cómo la oratoria y la retórica ya no bastan para persuadir.

El Internet de las personas

Del 1.0 al 2.0. Se habla ya del 3.0. La realidad aumentada y el internet de las cosas. ahora los teléfonos son inteligentes y no parece lejano el tiempo en el que un reloj de pulsera pueda tener más memoria que su dueño. Hacemos tecnología que nos hace: los nativos digitales se quedan hoy estupefactos cuando se les pregunta qué harían si no hubiera Internet, ni teléfonos móviles con aplicaciones de mensajería en las que cotorrear sobre lo humano y lo divino.

Sociabilidad y redes sociales: Aristóteles y facebook

Las redes sociales son ya un ingrediente más de nuestra vida y para algunos vienen a confirmar algo que ya en su día dejar bien asentado Aristóteles en su política: la sociabilidad natural del ser humano. Nos gusta estar enredados y establecer lazos con unos y con otros. Estamos dispuestos a lo que haga falta por seguir conectados, hoy que facebook y twitter son solo dos formas casi tradicionales en comparación con la constante vigilancia a la que nos someten aplicaciones como whatsapp.

Sin Batería

Si repasamos la historia reciente del más o menos voluminoso cacharro que llevamos en el bolsillo, nos damos cuenta de que su éxito radica en la creación de necesidades. Hoy en día parece indispensable para vivir, pero tampoco hace tanto que las personas salían de su casa sin teléfono móvil, y no se pasaban buena parte de su tiempo enviando mensajes o trasteando con aplicaciones.

Sociedad de unos y ceros

Gustosos de la exageración como es habitual en el mundillo filosófico, suele decirse que en la Ética a Nicómaco se encuentran algunos de los fragmentos más hermosos sobre la amistad que se han escrito en occidente. Entre otras ideas, aparece la del otro yo: el amigo es "otro yo", alguien en quien mirarse y reconocerse. Cuando compartimos tiempo, experiencias e intereses llegamos a ser uno con el otro, hasta el punto de que la separación no puede ser nunca para siempre.

Una de doodles

Ayer nos sorprendía el buscador de buscadores con Doodle dedicado a Friedrich Nietzsche, recordando así el aniversario del pensador alemán. Se me ocurría una tontada: hacer una recopilación de doodles filosóficos, que aparecen en esta misma anotación. Son todos los que están, pero seguro que no están todos los que son. Así que si alguien puede sugerir alguno más, se podrán ir añadiendo para hacer la recopilación lo más completa posible.

Autoría e Internet

El yo y sus circunstancias. Uno de esos temas que aparentemente está ya más que superado, pero que reaparece en el centro mismo de múltiples debates, incluso en los momentos más inesperados. La red trae consigo una consecuencia bien peculiar al respecto: una de sus tendencias más marcadas es que el individuo se difumina. Cuando se habla, por ejemplo, de la cultura libre y gratuita, se viene a despreciar el esfuerzo creador. Y algunos piensan que hay motivo para ello: si un grupo de música graba doce canciones, no puede pretender vivir de ello para toda su vida.

La catarTIC ilusoria

El grado de penetración social de las nuevas tecnologías es tan grande que, como hemos comentado más veces, merece la pena que múltiples disciplinas le presten atención. Desde la sociología a la filosofía, pasando por el arte, la literatura o incluso la política. En estos tiempos de crisis que llevamos viviendo han pasado a desempeñar una función muy curiosa, tanto desde el punto de vista antropológico como sociológico. La indignación.